¿Desde cuándo llevamos flores al cementerio?

La costumbre de llevar flores al cementerio está tan arraigada que es algo que hacemos sin pensar. Llevamos flores en días señalados, como aniversarios o el día de Todos los Santos, enviamos flores a los funerales con una nota de pésame. Incluso dejamos flores señalando lugares donde ha ocurrido una muerte trágica, en señal de duelo y también de recuerdo. Las flores tienen una presencia importante en las tradiciones funerarias de todas las culturas y esto sucede desde muy antiguo, os contamos algunas curiosidades sobre ello.

Época prehistórica

El vestigio más antiguo de la presencia de flores en las tumbas se ha encontrado en un cementerio de la edad de piedra situado en el norte de Israel. Allí se encontraron cuatro tumbas de entre 13.700 y 11.700 años de antigüedad que habían estado cubiertas con plantas y flores. Las flores se colocaron junto y bajo los cuerpos, como una cama de flores. En España también se han encontrado señales de que nuestros antepasados también llevaban flores al cementerio, concretamente en las tumbas de la cueva de El Mirón, en Cantabria, que se remontan al paleolítico superior. Los restos de polen fosilizados indican que se depositaron flores completas en la tumba.

También se han encontrado restos que sugieren la presencia de flores en funerales egipcios, mesopotámicos, indios, en la América precolombina, etc.

 

Utilidad o simbolismo

El motivo por el que se llevaban flores a los cementerios en épocas tan remotas no está claro y los investigadores han llegado a distintas conclusiones:

  • Las flores se utilizaban para disfrazar el olor de los cadáveres durante los días de velatorio, ya que en algunos casos se han encontrado restos de plantas aromáticas.
  • Tenían un significado simbólico de ofrenda ritual para el difunto.
  • Se dirigían a los asistentes del funeral, ya que las flores estimulan las respuestas emocionales positivas y podían ser una forma de consuelo para los familiares.

Las flores más utilizadas

Una de las curiosidades más llamativas es el tipo de flores que se han encontrado en la tumba del Mirón, en Cantabria, ya que difieren mucho de las que utilizamos hoy en día.  Las flores que llevaban a esas tumbas son pequeñas, de color blanco o amarillento y mucho menos vistosas que las flores actuales. En la actualidad las flores que llevamos al cementerio son grandes, elegantes, llamativas y de colores muy variados: claveles, rosas, gladiolos, liliums o crisantemos.