Un ritual de traslado. El coche fúnebre
El coche fúnebre es el vehículo en el que se traslada el ataúd con los restos mortales del fallecido hasta el cementerio para su velatorio y posterior enterramiento.
En algunas culturas el recorrido que hace el ataúd es acompañado en procesión por amigos y famliares como parte de los rituales funerarios.
En el caso de funerales de estado el coche fúnebre es acompañado por una escolta policial o militar.
¿Cómo es un coche fúnebre?
El coche fúnebre es un automóvil que ha sido adaptado para el traslado de ataúdes. Su forma es rectangular con un chasis alargado tipo vagón en la parte trasera, con espacio para el féretro y los arreglos florales que lo acompañan.
Esta parte trasera del coche fúnebre está equipada con armazones metálicos para que el ataúd no se mueva durante el traslado.
La parte frontal tiene una cabina para el conductor y uno o dos acompañantes. Los coches fúnebre suelen ser de colores sobrios, grises o negros y pueden tener la parte trasera de vidrio transparente para permitir la visión del ataúd o estar cubierto con vidrios polarizados.
¿Qué requisitos debe cumplir un coche fúnebre?
No todos los coches pueden utilizarse como coche fúnebre, tienen que estar adaptados para ello y cumplir una serie de requisitos:
- El tamaño del vehículo tiene que ser lo bastante amplio y largo para que pueda colocarse el ataúd con facilidad.
- Entre la cabina del conducto y la parte trasera del coche fúnebre tiene que haber una separación notoria y estanca.
- La parte trasera del coche fúnebre, donde se coloca el ataúd, debe ser de un material impermeable y de fácil limpieza.
- El coche fúnebre tiene que estar provisto de armazones metálicos para sostener y asegurar el féretro e impedir que se desplace.
- En la parte frontal del coche fúnebre se sitúan dos asientos, para el conductor y un acompañante.
- Los coches fúnebres poseen una acreditación que indica que son vehículos aptos para el traslado de cadáveres.
¿Cuándo surgen los coches fúnebres?
Los primeros coches fúnebres surgen en Inglaterra en el siglo XVI y eran carrozas tiradas por caballos. Los primeros coches fúnebres a motor aparecen en 1907, aunque fue en 1920 cuando su uso comienza a extenderse sustituyendo a los carruajes de caballos. Estos primeros coches fúnebres se fabricaban con una gran cantidad de ornamentos para emular las carrozas fúnebres victorianas. A partir de la Segunda Guerra Mundial los coches fúnebres adoptan el estilo sobrio que se utiliza en la actualidad.